miércoles, 10 de julio de 2013

El peor videojuego de la historia

Una compañía canadiense excavará el desierto de Nuevo México en busca de millones de cartuchos de E.T. enterrados por Atari hace treinta años


La casualidad ha querido que las últimas semanas nos hayan traído dos importantes y dispares noticias del mundo de los videojuegos: la presentación de las consolas de última generación, Xbox One y PS4 y los planes de una empresa canadiense para excavar el desierto de Nuevo México en busca de una leyenda, millones de cartuchos del considerado 'peor videojuego de la historia' enterrados por Atari hace treinta años. 

ET. el peor videojuego de la historia


Microsoft y Sony pugnarán en los próximos meses por convencer a los aficionados a los videojuegos de que su consola es la mejor. Ambas ofrecerán, sin duda, horas y horas de diversión. La segunda historia, la del primer gran fracaso de la industria del entretenimiento digital, dio lugar a una leyenda que ha ido engordando en las últimas tres décadas hasta convertir en mito el juego E.T. the Extra-Terrestrial, creado por Atari en el año 1982.

El periódico local de Nuevo México 'Alamogordo Daily News' alamogordonews.com informó el pasado 4 de junio de que el ayuntamiento de esta localidad ha concedido permiso a la firma Fuel Entertainment para que excave durante los próximos seis meses en un antiguo vertedero para comprobar si es verdad que Atari enterró allí millones de cartuchos del fracasado videojuego. Esta empresa canadiense grabará un documental que previsiblemente estrenará el próximo mes de septiembre, coincidiendo con el treinta aniversario de los sucesos de Alamogordo.

Los hechos arrancan en el verano de 1982, cuando 'E.T.', de Steven Spielberg, triunfaba en las salas de cine de todo el mundo hasta convertirse en una de las películas más taquilleras de la historia. Atraída por el éxito del filme, Atari, que dominaba la incipiente industria del videojuego, llego a un acuerdo con Spielberg y Universal Pictures para llevar a las consolas la aventura del pequeño extraterrestre perdido que quiere volver a su casa. Atari gastó 25 millones de dólares en los royalties y otros 125 en la producción del juego.

La empresa norteamericana pretendía rentabilizar lo antes posible el mayúsculo desembolso y urgió a los desarrolladores a que terminaran el título para la campaña navideña de ese mismo año. Con apenas tres meses para realizar el trabajo, el juego llegó a las tiendas en el plazo previsto pero sin ninguna prueba de calidad. Cinco millones de cartuchos llenaron las estanterías de los establecimientos de medio mundo y alrededor de un millón y medio fueron adquiridos por los consumidores.

La prisas desencadenaron la hecatombe. El videojuego era horrible, los gráficos penosos y la jugabilidad irritante. Cientos de miles de jugadores desencantados y cabreados devolvieron los cartuchos ante lo que consideraron un estafa. Atari, asustada por la mala publicidad que podría hundir sus cuentas, decidió sacarlo del mercado.

A partir de aquí arranca la leyenda. La empresa de videojuegos retiró más de cuatro millones de cartuchos de las tiendas y almacenes para enterrarlos en el desierto de Nuevo México, en un basurero de la ciudad de Alamogordo. La prensa local informó de que, el 22 de septiembre de 1983, decenas de camiones de Atari repletos de cartuchos sepultaron su carga bajo una gruesa capa de hormigón.

Aunque admitió que había enterrado decenas de toneladas de material de desecho, Atari siempre negó que se tratara de los cartuchos de E.T. En cualquier caso, la compañía, pionera de las consolas caseras de videojuegos, sufrió gravísimas pérdidas en 1983 que la llevaron a la bancarrota.

Fuel Entertainmant trabaja ya para desentrañar el misterio. Quienes no quieran esperar pueden conseguir una consola Atari 2600 en buen estado por menos de 50 euros en páginas web de subastas y artículos de segunda mano, y cartuchos de 'E. T.' por apenas cinco euros.

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